Como no se había visto en la historia reciente ha logrado bajar en un 25 por ciento, cumpliendo con la política de austeridad, transparencia y rendición de cuentas
El presidente municipal, José Luis Urióstegui, afirmó que uno de los retos es terminar con el pago de créditos con dos instituciones bancarias
Como se ha consolidado desde la llegada de la presente administración, al mes de junio el Ayuntamiento de Cuernavaca ha logrado disminuir la deuda pública en un 25 por ciento, lo que habla de una disciplina financiera de la que no hay un antecedente inmediato, cumpliendo con la política de austeridad, transparencia y rendición de cuentas que ha caracterizado a las presentes autoridades municipales para lograr que Cuernavaca Renazca.
En el marco de la sesión extraordinaria de Cabildo, convocada para este miércoles, el tesorero municipal, Javier Arozarena Salazar, presentó el avance de gestión financiera de corte de caja correspondiente al mes de junio, del segundo trimestre del año en curso, destacando que, si bien recibieron una deuda pública de mil 046 millones de pesos, se ha reducido en tan solo seis meses a 785 millones de pesos, pagando siete millones 259 mil 083 pesos entre los tres bancos con los que se tiene deuda, BanBajío, Banorte y Banca Mifel.
Sin embargo, precisó que dentro del plan de reestructuración de la deuda pública y contando al mes de julio con un déficit de 142 millones 140 mil pesos, que corresponden principalmente a BanBajío, estiman que esta petición pudiera ser aprobada dentro del actual ejercicio fiscal, teniendo la intención de llevarla a 10 años sin solicitar ningún peso más de préstamo, lo cual generaría una liberación de flujo de efectivo que asciende a cuatro millones de pesos mensuales, cuando actualmente entre capital e intereses se están pagando al mes casi nueve millones de pesos.
Aclaró que la decisión de solo considerar a BanBajío es debido a que la reestructura puede ser de un pasivo a largo plazo, y con Banorte, que se deben siete millones y medio, se terminará de pagar el próximo año, así como con Banca Mifel a la cual se le adeudan 23 millones 712 mil pesos que se liquidarán en diciembre del 2023.
En este sentido, el presidente municipal, José Luis Urióstegui, afirmó que, de llevarse a cabo dicha reestructuración, podrán eliminar el pago a dos instituciones bancarias, aunado a que la liberación de flujo permitiría al ayuntamiento destinar estos recursos a apoyos sociales, como en algún momento integrantes del cuerpo edilicio lo han planteado.
Al uso de la palabra, el regidor presidente de la Comisión de Hacienda, Programación y Presupuesto, Adrián Martínez Terrazas, resaltó que desde este cuerpo colegiado no solo han revisado y analizado el manejo de las finanzas públicas municipales con corte al 30 de junio, sino también el grado de avance de los programas e indicadores ejecutados por las diversas áreas que integran la administración pública municipal, siendo de suma importancia para ser coadyuvantes en la retroalimentación de propuestas que permitan el logro de los programas, proyectos y líneas de acciones establecidos para el actual ejercicio fiscal en beneficio de los ciudadanos.
Destacó que a pesar de las dificultades que se han presentado en las finanzas del municipio y de que se han hecho pagos extraordinarios, como el cumplimiento a diversas sentencias que han heredado de administraciones pasadas, no han evitado que el trabajo continúe, consolidando la dignificación de las vialidades, así como la organización de diversos eventos de suma relevancia para el desarrollo económico del municipio, desde la Feria de la Primavera, Cuernavaca 2022, hasta el Festival Cultural de Verano 2022, cumpliendo en todo momento con la exigencia y práctica de la transparencia, más aún con los recursos económicos.
Finalmente, la síndica municipal, Verónica Atenco Pérez; y los regidores Wendi Salinas Ruiz, Fernando Carrillo Alvarado y Jesús Tlacaelel Rosales Puebla, coincidieron en el reconocimiento a la labor realizada por la Tesorería Municipal a cargo de Javier Arozarena Salazar, respetando la austeridad y el uso responsable de los recursos públicos a favor siempre de la ciudadanía cuernavacense.