• José Luis Urióstegui supervisa de manera periódica la intervención que realiza la Maestra Miriam Pérez a la obra del escultor Gabriel Ponzanelli que está ubicada en el camellón de Avenida Teopanzolco y Rio Mayo
• En tanto la Secretaría de Desarrollo Sustentable y Servicios Públicos realiza la remodelación de la fuente, los cantos de cantera negra y la rehabilitación del área verde
Cumpliendo el compromiso de rescate de espacios públicos, así como del patrimonio artístico y cultural de Cuernavaca, el presidente municipal José Luis Urióstegui Salgado, supervisa los trabajos de restauración y conservación de “Las Musas”, esculturas de bronce del artista Gabriel Ponzanelli, ubicadas en el camellón de la avenida Teopanzolco y Rio Mayo, luego de registrar daños provocados por las inclemencias del tiempo.
La escultora Miriam Pérez, autora de obras como “El Carro del Sol” y especialista en escultura en bronce a la cera perdida, es la encargada del proyecto de restauración de estas piezas. Explicó que es necesaria la intervención por el mal estado en el que se encontraban por falta de mantenimiento, pues la pátina ya se había corroído.
“Ya estaban bastante dañadas, requiriendo mucha ayuda: Las uniones que tenían las esculturas cuando se fundieron, debían estar soldadas, pero en este caso ya estaban abiertas. Además, presentaban una película blanca que se forma sobre el bronce, que viene siendo el equivalente al óxido en el fierro, por lo que me pidió el presidente que las reparara junto con mi equipo de trabajo”, señaló la artista.
Las 5 esculturas cuentan con un “alma” de hierro, que da soporte a la pieza; sin embargo al abrirse las uniones, el agua penetró al interior y ese soporte ya estaba también corroído y oxidado, por lo que se tuvo que hacer un drenado del líquido, para su posterior intervención y resane de las grietas.
Miriam Pérez detalló que, a fin de dar mantenimiento, usualmente se da un baño con ácido, pero dado el mal estado de las piezas, solo se hizo un pulido fino con carda suave a fin de no causar más porosidad. Y aunque el resultado de este proceso es un acabado brillante bronce, enfatizó que no se puede dejar este color, puesto que se necesita aplicar una protección con pátina a fin de evitar más desgaste.
“La pátina no es solo para que tengan un color, la pátina tiene una base de ácido nítrico muy suave con óxido de fierro y se aplica con soplete para que se fusione con el bronce y de esta manera tenga una película de protección. Posteriormente se aplica una cera para terminar de sellar la pátina y no quede reseca sino brillosa, esto permite que sea impermeable”, agregó.
La escultora morelense hizo hincapié en que el color verdoso que tenían, se debía al desgaste por las malas condiciones, así como al sarro acumulado sobre el metal, pero ahora se busca igualar el color siena, característico de las obras de Gabriel Ponzanelli.
Aunado a los trabajos de restauración de “Las Musas”, la Secretaría de Desarrollo Sustentable y Servicios Públicos realiza la remodelación de la fuente, colocando 220 metros cuadrados de nuevo mosaico veneciano, así como cantos de cantera negra. También se interviene el entorno, colocando pasto y plantas rastreras.